Intensamente (Inside-Out)

Hace algunas semanas llevamos a todos los niños a ver esta película, muy, muy entretenida y muy buena! Finalmente creo que deja la enseñanza de que hay que aceptar no sólo una, si no todas nuestras emociones y que la vida se compone de dulce y amargo y que sin todo eso pues no sería vida.

Lamentablemente el mundo occidental se ha acostumbrado a negar aquello que no es deseable en nuestras formas de ser, a reprimirlo y a ocultarlo, la consecuencia de ello es que la gente explota o se genera problemas en otro ámbito de la vida o se les afecta la salud... Qué tiene que ver todo esto con los jabones y los potingues de Luna de Jabón? Bueno, pues justamente eso, este post es una especie de catarsis-explicación-reclamo por una situación que llevo viviendo casi desde que empecé a dar talleres y cursos para los aprendices de este oficio, hobbie o como le quieras llamar y que ya en los días pasados me ha colmado y he decidido comunicarlo públicamente junto con los cambios respectivos en las políticas que tengo respecto a los cursos. 

Primero un poco de historia...

Hace unos 6 años yo figuraba en una conversación con Pamela una colega en estas artes, quien me motivaba a la realización de cursos en consideración a los conocimientos que a esas alturas ya manejaba. Hacer clases no es tarea fácil, es importante organizar el material y los pasos prácticos así como la entrega específica de los contenidos de manera tal de ofrecer un producto de calidad aceptable que merezca la pena el valor que se paga por él. Pamela y otras compañeras me empujaban un poquito cada día hasta que tomé la decisión y comencé a hacer clases. Siempre lo he dicho, vocación de enseñar tengo, me encanta! Realmente gozo al ver como las personas aprenden y se maravillan con un jabón, con su primera crema... en fin. 

Partí cobrando casi los materiales, pero de apoco fui ajustando mis valores de acuerdo al mercado (que estudié bastante) y a los contenidos que ofrezco, pues no es comparable un curso de saponificación con un taller de jabonerìa con el uso de bases que se derriten y se enmoldan. Al comienzo me esforzaba mucho organizando fechas con grupos lo que según yo me permitía cobrar un poco menos y el esfuerzo que me significaba no era mucho mayor al de dar clases para una sola persona, sin embargo con pocas excepciones las personas inscritas fallaban, no avisaban y terminaba llegando una o ninguna al día convenido. Fue entonces que decidí cambiar a modalidad individual y me puse estricta con que el curso debía ser cancelado como máximo con una semana de anticipación, sin embargo, muchas personas cumplido ese plazo no aparecen y para cuando me responden que finalmente han decidido NO tomar el curso, el tiempo que queda es tan poco que no me permiten contactar a otro interesado y finalmente la fecha se pierde...

Hay muchos profesionales que te exigen el pago de una hora agendada si no cancelas con tiempo tu cita, yo no puedo hacerlo... por qué? porque este es un oficio, soy artesana y no profesional? Cuando esto me ocurre como psicóloga no es tan terrible, muchas veces sólo pierdo el viaje a la consulta y a lo más una hora de mi tiempo, pero cuando doy los cursos me significa muuuuucho más que eso. Siempre lo digo sabes? Esto también es un trabajo, no importa que sea artesanal, si existe el interés de tomar un curso es porque sabes eso, sabes que no te has inscrito en la facultad de química y farmacia, lo sabes. Para poder dictar los cursos yo dejo a un lado un día con mi familia, con mis hijos, y muchas veces le pago a alguien para que los cuide mientras yo doy el curso, o los encargo a los abuelos, que a su vez dejan de hacer algo de ellos por haber tomado este compromiso conmigo. Ya sea que contrate a alguien o encargue a los niños, no es sencillo decirle a esas personas: mira, gracias, ya no te necesito porque no daré el curso. La persona contratada también espera su dinero, también dejó de aceptar otro trabajo por hacer lo que yo le pedí, los abuelos dejaron de lado otras actividades, cancelaron alguna visita o qué se yo... Y la verdad, yo también me dispuse a recibir esa retribución económica en base a ese compromiso que creí serio, de lo contrario hubiera destinado mi tiempo a otra cosa.

Me alarma que las personas me pidan descuento por mi trabajo, sus jefes les piden descuento? Uds piden descuento cuando van al retail? Entonces porque se atreven a pedir descuento a un emprendedor, a una persona que tiene el negocio en el barrio y se saca la mugre para ganar para vivir, por qué? Si no respetamos el trabajo de otro, por humilde que sea, que podemos esperar...?

Mi emoción es Furia y también Desagrado, estoy en rojo y verde...

Si quieres tomar un curso lee las políticas para ello por favor, disculpa la dureza de mis condiciones, pero mi trabajo vale, es digno, no le robo a nadie, es honesto. Si no te gusta lo que pido, estoy segura de que en internet hay muchos otros datos de personas que enseñan lo mismo que yo. Gracias.